Experiencia Ernesto Manuel Trujillo

Dicen que la curiosidad es la madre de la ciencia. Y parece que también del Corte de Jamón. Porque fue la curiosidad lo que llevó a Ernesto Manuel Trujillo a acercarse a este Universo de perniles y cuchillos jamoneros. Llegó. Y se quedó a disfrutar.

Nos cuenta que descubrió la EICJ a través de internet y “sintió la llamada”. Antes no había tenido mucho contacto con el mundo del Jamón. Y no sabía que eso estaba a punto de cambiar. Para siempre. El Curso le marcó “Fue un antes y un después. Vosotros habéis hecho despertar en mi algo sobre lo que no tenía ni idea. Vosotros fuisteis los culpables”. Y a todo el Equipo EICJ, nos hace realmente felices sentirnos así de “culpables” por haber abierto una puerta al Jamón y su corte.

Ahora dice que cada vez que llega a un restaurante lo primero que hace es buscar con la mirada si hay jamón al corte. Y lo analiza: ve si está bien cortado, qué herramientas usan, quién lo corta y cómo lo presenta. No se pierde detalle. La curiosidad por este mundo ha tocado bien fuerte.

Y, aunque su trabajo actual nada tiene que ver con el Jamón ni con la restauración, Ernesto disfruta ahora del Jamón de una forma diferente, después de haber aprendido a mirarlo con otros ojos. Desde Canarias, donde vive, nos recuerda la importancia de profesionalizar a los cortadores, se percata del incremento de los cortadores de jamón en eventos, en charcuterías, etc. y se despide con el deseo de seguir formándose, de seguir conociendo. De seguir adentrándose en este mundo exquisito del pernil.

Hasta Canarias enviamos el mayor de nuestros saludos, y un agradecimiento muy especial a Ernesto que llegó al Corte de Jamón por casualidad y se ha convertido en un ejemplo maravilloso de la energía de este mundo jamonero que atrae cada vez a más personas. Mil gracias por compartir tu experiencia con nosotros y por ser un embajador del Corte en las Islas!